La agencia noticia AP informa que el presidente estadounidense Joe Biden tomó un altavoz durante una manifestación laboral el martes pasado y pidió a los trabajadores del sector automotriz que están en huelga que “sigan adelante”, en una muestra de apoyo sin precedentes para un movimiento sindical por parte de un presidente en la historia moderna. Agrega la agencia que “portando una gorra del sindicato y chocando los puños, Biden comentó a los trabajadores del sindicato United Auto Workers que “se merecen el significativo aumento salarial que necesitan” mientras visitaba la zona metropolitana de Detroit”.
Un apreciado colega, que con paciencia sigue este blog – Fernando Delgado – me envía un whatsapp: “Biden… al estilo de Batlle y Ordoñez….”. Muy buen mensaje para alimentar el post de hoy.
En efectos, la actitud de
Biden inevitablemente lleva a recordar a José Batlle y Ordoñez y la primera
huelga general del país, que tuvo lugar en 1911 luego que éste asumiera su
segundo gobierno.
El
origen de la huelga estaba vinculada a los tranvías de Montevideo, que
pertenecían a la empresa inglesa United Electric Tranways of Montevideo Limited y a la
alemana “Compañía Transatlántica”. Al organizar los trabajadores un sindicato,
la respuesta de las empresas fue el despido de nueve miembros de la directiva: los
trabajadores se plegaron a la huelga, que tuvo tal impacto en nuestra capital,
que la misma Cámara de Diputados decidió el 15 de mayo, postergar los festejos
conmemorativos de la batalla de Las Piedras, dada la inexistencia de transporte
público.
Ante el incumplimiento de las negociaciones por parte de las empresas, los tranviarios pidieron apoyo a la
Federación Obrera Regional Uruguaya (FORU), cuyos 35 sindicatos decidieron
tomar una medida extrema: la huelga general para el 23 de mayo. Ese día, a las
siete de la mañana, se produjo una concentración de varios miles de
trabajadores sobre la avenida 18 de Julio, que se dirigió hasta la residencia
del presidente José Batlle y Ordóñez, en Mercedes 891, entre Florida y Andes,
reclamando su presencia.
El Presidente salió efectivamente al balcón. El poeta
Ángel Falco, se subió a un árbol, y leyó una proclama en la que señaló cuáles
habían sido las conquistas sociales alcanzadas por los trabajadores durante el
gobierno batllista, pidiendo al presidente qjue se sumara al movimiento de
protesta.
Ante esa proclama, Batlle gritó en voz alta: “Organizaos,
uníos, y tratad de conquistar el mejoramiento de vuestras condiciones
económicas, que podéis estar seguros que en el gobierno no tendréis nunca un
enemigo, mientras respetéis el orden y las leyes”.
Palabras antiguas que
resuenan con fuerza en tiempos en que se cuestionan los derechos sindicales. Bien por Biden, que
con su actitud no solo apoyó a los huelguistas de Detroit, sino que también nos
recordó este episodio ocurrido en nuestra ciudad hace más de 100 años[1].
[1] Mantero Alvarez,
Ricardo. (2003). Historia del Movimiento Sindical Uruguayo. Montevideo,
Uruguay: Fundación de Cultura Universitaria.
Porrini, Rodolfo. (2014) Historia del Movimiento Sindical en Uruguay.
De la ‘modernización’ al Mercosur. Ediciones del CIEJ, 2a Edición. Impreso en
los Talleres de la AFJU.
Caetano, Gerardo. (2015). La República Batllista. Montevideo, Uruguay:
Ediciones de la Banda Oriental.
Archiprete Lucas, Primer Batllismo y
movimiento sindical 1903-1933.
LaRed21, 2011: Un
siglo de la primera huelga general, en https://www.lr21.com.uy/politica/451359-un-siglo-de-la-primera-huelga-general
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