lunes, 6 de abril de 2015

CERTIFICACION DE COMPETENCIAS: UN NECESARIO DEBATE NACIONAL


Entre los objetivos de toda política de empleo comprometida con el actual contexto social y económico, deben figurar el aprendizaje continuo en un mundo productivo en continua evolución, la prevención de los cambios y su repercusión en las relaciones laborales, el estímulo de las inversiones en la formación. Para dar relevancia al cumplimiento de estos objetivos también se vuelve necesaria en el mundo contemporáneo la certificación de las competencias adquiridas, con la finalidad de su reconocimiento ya sea como expresión del crecimiento profesional,  ya sea para una mejor inserción en el empleo.
En Relaciones Laborales aprendemos que las competencias laborales son los conocimientos y destrezas que hacen a una persona competente para desarrollar su actividad laboral. ¿Pero como se miden esas competencias? Los estudios formales (primarios, secundarios y terciarios) han sido métodos tradicionales de medir en determinado momento los conocimientos (solo los conocimientos y no las destrezas) para calificar en determinadas actividades. La certificación de esos estudios no mide la evolución profesional de una persona y solo indica que en un momento dado de su existencia, esa persona adquirió los conocimientos suficientes para desempeñarse, por ejemplo, como médico o como abogado.
            Hoy por “certificación de competencias” entendemos algo más. El SNC (Sistema Nacional de Competencias) de México define la certificación por competencias como “el proceso a través del cual las personas demuestran por medio de evidencias, que cuentan, sin importar como los hayan adquirido, con los conocimientos, habilidades y destrezas necesarias para cumplir una función a un alto nivel de desempeño de acuerdo con lo definido en un Estándar de Competencia”
            La certificación de competencias cumple por lo tanto con diversos objetivos: certificar por ejemplo la calidad profesional de trabajadores, que no están calificados por los tradicionales sistema de enseñanza: pensemos en un trabajador sanitario, en esquiladores o alambradores, electricistas, que no tienen forma de demostrar su calidad profesional.
            En otros casos, la calificación de competencias refiere a comprobaciones para asegurar que cierto tipo de trabajos sean desempeñados por personas cuya idoneidad no merezca dudas,  como el caso de tareas vinculadas con la salud, la seguridad física o moral de terceros o las ejecutadas en trabajos que están evolucionando rápidamente y requieren el refrendo de estar confiados a profesionales competentes y formados ante los cambios.
            Es un debate para nuestro país aún novedoso, pero ineludible.
            En este debate, dos preguntas abren la discusión:
            ¿Quien – que institución, qué estructura – certifica las competencias? Podemos pensar en el Ministerio del Trabajo, en la Universidad, en órganos tripartitos como los Consejos de Salarios, etc.
¿En base a que criterios definimos los estándares de competencia definidos por el mercado laboral?
 Es lo que en doctrina se define como la “normalización” de competencias laborales, es decir qué “normas”, qué pautas deben preverse para certificar las competencias.
Pese a cierta prevención – especialmente desde las organizaciones sindicales sobre los sistemas de certificación de competencias – es evidente que ellas estimulan la educación/formación del trabajador, que es a nuestro juicio la única verdadera garantía de continuidad en empleos, que se van cada vez más transformando.
Por otra parte imaginamos que un sistema de certificación de competencias puede desarrollar nuevos espacios de diálogo social entre Estado, sindicatos y organizaciones de empleadores, para una mejor calidad del trabajo y un crecimiento compartido de la productividad. Para ello es necesario crear una mayor cultura del compromiso social en las relaciones laborales.
Estas reflexiones no son pura teoría. El Ministerio de Trabajo invita al acto que tendrá lugar el próximo jueves 9 de abril a las 12 horas en su sede, donde el Ministro Ernesto Murro y el Director de OIT/Cinterfor Enrique Deibe presentarán los resultados finales del “Proyecto de Evaluación de Tareas y Propuesta de Certificación de Compewtencias de la Industria de la Construcción”.
Considero que todos estamos invitados a concurrir y es importante que vayamos construyendo nuestras propias ideas y reflexiones en un debate que seguramente tendrá en este quinquenio alcance nacional.

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