jueves, 13 de agosto de 2020

UN NUEVO ESPACIO EN LAS RELACIONES LABORALES: LA TELEMEDICINA

 

Hace algunas semanas expresé que la crisis actual - producida por la pandemia del COVID 19 - marcaba el verdadero comienzo del siglo, así como el siglo XX comenzó al final del primer conflicto mundial. Ello es así porque entiendo que a partir de este momento cambiarán muchas cosas: nuestra subjetividad, el crecimiento de la heterogeneidad social, los vínculos entre nosotros y el espacio digital y cuestiones tan importantes como los valores de la libertad y la seguridad.

Aterrizo esta idea algo abstracta a un suceso concreto: las nuevas formas a distancia para la protección de nuestra salud, que han adquirido el nombre oficial de “telemedicina”. Y paradójicamente la pandemia, que tantos problemas genera en nuestros países, se está volviendo el laboratorio perfecto para el desarrollo de la telemedicina.

Dos cuestiones me mueven a los comentarios en el “post” de hou: a) en primer lugar la aprobación - en plena emergencia sanitaria - de la Ley 19.869 de 2 de abril de 2020, sobre la que he escuchado escasos comentarios desde la perspectiva del derecho del trabajo y de las relaciones laborales; b) el segundo motivador ha sido un “conversatorio” (es decir un encuentro entre colegas de distintas disciplinas) para debatir a partir de la exposición del Prof. Fernando Bertolotto, Director de la Unidad de Investigación de la Facultad de Enfermería del Uruguay) sobre el tema de la telemedicina en los procesos de cuidado en la salud.

La lectura del texto legal y los temas y los problemas discutido en el conversatorio nos plantean el desafío de estudiar e investigar cuestiones nuevas, saliendo de la “zona de confort” de los temas habituales en los cuales nos movemos.

En esta primera aproximación, destaco tres, que debería ser un punto de partida para la reflexión:

1. La formación y reconversión profesional del personal de la salud

Al hablar de personal de la salud, entendemos no solo a las/los médicas/os, sino también a las/os licenciadas/os en enfermería y a las/os auxiliares de enfermería, es decir un universo amplio, que en Uruguay - según informaba el Prof. Bertolotto - abarca 136.460 trabajadores, que conforman el 8,4% de la población ocupada en el país.  Si parte de la solución del problema es formar a las nuevas generaciones en el desarrollo de competencias que permitan ser eficiente en la medicina a distancia, no debe olvidarse el tema de la reconversión profesional que obliga a recalificar personal de la salud - muchos con una edad superior a los 45 años -, para los cuales el pasaje a la telemedicina puede ser un obstáculo al desarrollo de sus carreras o - directamente - marcar la pérdida de su trabajo y expulsión del sistema del relaciones laborales.

2. La cuestión de la telemedicina y el multiempleo.

Una característica muy notoria en la salud es la presencia “normal” del multiempleo: jornadas de 6 horas, salarios bajos, necesidades continuas de personal, conforman el contexto en el que se ha desarrollado en el correr de décadas el multiempleo como característica de este  trabajo.

Mientras que en la actividad presencial es fácil organizar turnos rotativos de trabajadores, parece más dificil organizar esos turnos entre teletrabajadores, que podrían quedar a disposición continua de los usuarios. Por ejemplo, un paciente podría querer comunicarse siempre - a cualquier hora del día y de la noche - con el mismo médico o la misma enfermera, porque son de su confianza. De optar por una tele-rotatividad habrá que desarrollar sistemas que permitan a la enfermera que asuma el turno, tomar conocimiento de la situación de los enfermos en el turno anterior. De todos modos parecería que una importante mutualista local está implementando la presencia de robots que intervendrían como forma de conexión entre un turno y otro del personal médico o paramédico teleconectados.

3. La gestión de recursos humanos y robóticos

En nuestra clases de relaciones laborales hemos dicho en más de una oportunidad que el gran desafío de los gerentes de recursos humanos en el futuro, será el de organizar el trabajo de personas y robots. Esta idea, que hace uno o dos años podía despertar curiosidad, hoy se materializa plenamente en la nueva experiencia de la telemedicina.

Los grandes desafíos de la gestión de hombres y máquinas (vinculados por diversos instrumentos, desde una tablet a un celular, desde una aparato para tomar la fiebre o la presión distancia a la realización de telediagnósticos y expedición de recetas) refieren precisamente a cómo organizar tiempos de trabajo, modalidades de conexión, recalificación de quienes no estén aptos para interactuar con la máquina, ambientes de trabajo con su respectiva conectividad. Y podríamos seguir con un largo etc., etc., etc.

Conclusión: La intención de este post es muy modesta. No pretendemos señalar soluciones, para las que no estamos preparados. Pero es evidente que los problemas planteados exigen efectivamente respuesta a breve plazo. La ley ya ha comenzado a andar: la telemedicina pondrá en contacto el personal de la salud con los datos sensibles del paciente; los factores de riesgo sobre la salud del paciente se multiplicarán si no existirá la necesaria pericia en los ejecutores de las prestaciones y en quienes deberá organizar ese trabajo, mientras una pregunta se impone: ¿los cuidados humanos y presenciales irán desapareciendo?.

Es un desafío para todos nosotros, que nos obliga a centrarnos en la investigación y estudio de un tema nuevo, pero que también provoca el interés que nos llevará de algún modo a zambullirnos directamente en la medicina


1 comentario:

  1. Hola Juan, muy interesante. Un comentario referido al multiempleo en el sector. Creo que la telemedicina tiene un aspecto favorable para esta condición, y es que desde un mismo lugar que no necesariamente debe ser el hospital en que trabaje (puede ser su casa o consultorio personal, por ejemplo) podrá atender pacientes de distintas instituciones, sin tener que estar trasladándose de un lugar a otro. El tema de conexión del paciente para que no pueda contactar fuera del turno del profesional entiendo es un tema sencillo de solucionar con herramientas tecnológicas.
    En definitiva, creo que puede generar beneficios para los profesionales, y puede favorecer al paciente que le evitará el traslado (con lo que apareja de tiempo y costos) cuando quiere realizar una consulta que no exija un examen presencial del médico. Abrazo,

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