Estimulado por el colega y amigo Jorge Rosenbaum,
emprendí la tarea - desde una perspectiva laica – de estudiar la Encíclica Rerum
Novarum, a la que me había brevemente referido en un anterior post.
Ha
sido una tarea enriquecedora, estimulada por la curiosidad de conocer nuevos
aspectos de la Cuestión Social y del Derecho del trabajo en el siglo XIX. Pero
quizás lo más interesante fue el descubrimiento de un libro de mi Maestro,
Américo Plá Rodríguez, que desconocía:
“Los principios de la Democracia Cristiana”, editado en Montevideo en el año
1959. Cuando supe de su existencia, lo busqué sin éxito en Bibliotecas públicas
y privadas y finalmente lo encontré en una “librero de viejo”.
Plá
no solo fue un gran jurista, sino que unió a sus conocimientos intelectuales la
acción política. Yerno de Dardo Regules, ingresó joven en el partido católico
“Unión Cívica”, y posteriormente – junto a Juan Pablo Terra – fundaría el Partido Demócrata
Cristiano en Uruguay, siendo elegido diputado en el período 1963-1967 y luego
senador suplente entre 1971 y 1973. Es recordada su intervención en la Cámara
de Senadores la noche del 26 de junio de 1973, cuando se clausuraba el
Parlamento con el golpe de estado llevado adelante por los militares.
El
texto de 97 páginas – como todo lo de Plá Rodríguez – no tiene desperdicios.
Con la claridad de siempre, recuerda los orígenes de la Democracia Cristiana
como movimiento social y político en el siglo XIX, para luego señalar los
caracteres propios (que él denomina notas), “que permiten distinguir un
partido de esta tendencia de cualquier otros similar”:
1.
Ser auténticamente democrático;
2.
Poseer inspiración cristiana;
3,
Buscar la justicia social, con modos y objetivos propios;
4.
Procurar la cooperación internacional.
En
su primera página, un sello azul indica que en algún momento el libro perteneció
a la “Biblioteca Unión Cívica”. Me enteraría además por Google que una
reimpresión del libro se hizo extrañamente en Bogotá en el año 1966
Es
inevitable reconocer la similitud de los títulos: “Los principios de la
Democracia Cristiana” y “Los principios del Derecho del Trabajo”. Evidentemente
en la visión de mi Maestro, el Derecho del trabajo es una construcción jurídica que se
nutre de principios éticos similares a los que alimentan la concepción
cristiana de la sociedad. Seguramente él consideraba que esos dos bloques de
principios se retroalimentaban en una misma visión ética de la sociedad.