Muchas palabras tienen
significados que pueden asustar o fascinar; más aún en las relaciones laborales: palabras como
Industria 4.0, desconexión, aplicaciones, e-economy, “contrato 0 horas” era
términos que desconocíamos hasta hace muy poco. Del mismo modo - y los jóvenes
no lo creerán - hace un poco más de dos décadas ignorabamos que un día las
palabras “globalización” y “flexiseguridad” incursionarían en las relaciones
laborales y se volverían palabras muy comunes.
Hoy escucho una
palabra nueva: la “numerización” del trabajo; no entiendo que significa, suena
“rara” la expresión y por supuesto me asusta y me fascina.
Descubro que la
expresión no ingresó aún en el lenguaje español, pero está ampliamente difundida
en Francia, donde se están organizando congresos sobre esta nueva temática de
las relaciones laborales.
Para entender más,
pido ayuda a un colega italiano (mucho más jóven y más actualizado que yo)
- Emanuele Dagnino de ADAPT (Universidad de Bergamo) - y le pregunto:
“Emanuele che vuol dire la numerisation
du travail?” ¡Que bueno tener amigos por el mundo!
Me explica:
El 15 de setiembre de
2015 un grupo de expertos franceses, dirigidos por Bruno Mettling, Deputy CEO
de recursos humanos en Orange, entregó a la Ministra de trabajo francesa una
memoria - algo así como un “libro blanco” - sobre la “transformation numérique
et vie au travail”, que podemos traducir como los efectos de la revolución
digital en las relaciones laborales. Como ya escribimos en anteriores
oportunidades en este blog, el documento de Mettling, sería la base de la llamada
Ley El Khomri (nombre de la Ministra): la ley se titula precisamente Adaptation
du droit du travail à l'ère du numérique. Esta ley es conocida, porque - entre otras cosas - es el primer documento
que reconoce el derecho a la “desconexión”:
Por un lado por lo tanto la nueva expresión no debería
modificar notablemente el estado actual de las relaciones laborales: en
definitiva estaríamos hablado de los efectos digitales sobre las condiciones de
trabajo, la organización de la empresa y los desafíos de la digitalización,
cuestiones que todos los investigadores estamos tratando en esta época de
cambios.
Pero sigue preocupándome la expresión: la interpreto “a
mi manera”. La entiendo como una reducción a números de la fuerza del trabajo y
de los resultados de la máquina. La expresión podría traducir una nueva visión del
trabajo, en la que todo es reducible a números: los trabajadores, las máquinas,
la productividad, los consumidores. Si los trabajadores se reducen a “números”
su potencial numérico en la comparación con la máquina estará ligado a más
eficiencia, más salud, más dedicación, más vida “conectada”. Quizás exagere,
pero me pregunto si la numerización del trabajo puede llegar a convertir en números
los sentimientos, las virtudes, los deseos y los defectos de los seres humanos.
Cualquier crítico dirá que mi interpretación
descontextualiza la expresión francesa. La numerisation du travaul no es
más, ni menos que la digitalización del trabajo. Punto.
Pero confieso que aun así no me gusta la expresión. No me gusta mezclar personas y números, trabajo humano y ficheros informáticos.
Pero confieso que aun así no me gusta la expresión. No me gusta mezclar personas y números, trabajo humano y ficheros informáticos.
Pero en fin... El objeto de esta nota no es que compartan
mi interpretación muy personal del significado de la numerisatión du
travail. Solo quiero informarle de la existencia muy difusa de la expresión
en el país galo. Pero, ¡cuidado!: vivimos en época de migraciones y también las
palabras (... y los significados) emigran.
citricamultimedia.com/que-fue-la-edad-antigua/
ResponderBorrarSe dio un gran espacio a la agricultura, ya que no solo servía para que se pudiese comercializarse si no que era su principal fuente de alimentación.