El tercer Congreso de Relaciones Laborales que el
Centro de Estudiantes de Derecho realizó en paralelo con el II Congreso de
Relaciones Internacionales en el último fin de semana, se caracterizó por la
extraordinaria convocatoria, marcada no solo por los más de 250 estudiantes
presentes en las distintas mesas de debate, sino por la participación de
personalidades y expertos del mundo laboral, universitario y social, que
parecería imposible reunir en un único evento.
Desde
el Rector Ec. Rodrigo Arim al Ministro de Trabajo Ernesto Murro; desde el
Presidente y el Secretario General del PIT-CNT Fernando Pereyra y Marcelo
Abdala al referente del sector empleador Ignacio Otegui; desde el Decano de la
Facultad de Medicina Fernando Tomasina al dirigente sindical brasilero Rafael
Freire Neto, las lista es tan extensa que es imposible resumirla en esta breve
nota. Y por supuesto los docentes de nuestra Facultad y de otras facultades
respondieron a la cita convocada para debatir sobre temas de actualidad como
los Consejos de salarios, las discriminaciones de género, las reformas
laborales en América latina y su impacto, el poder de dirección del empleador y
la vida privada del trabajador y el tema que tanto preocupa en la actualidad
como es el impacto de la digitalización en el mercado de trabajo.
La perfecta organización, a la que contribuyó la
“disciplina” de expositores y estudiantes, permitieron a lo largo de dos días y
medio realizar una puesta al día del mundo del trabajo, que realmente tiene muy
poco antecedentes.
Aunque
todas las exposiciones fueron de muy alto nivel, evidentemente se destacaron
por su importancia en el momento actual la del Ministro de Trabajo y la del
nuevo Rector. También fue aplaudida - y de pié - la intervención del Ing. Jorge
Brovetto, ex Rector de la Universidad y ex Ministro de Educación y Cultura.
En
tiempos en que desde algún de sector docente de nuestra “vetusta” Facultad, se
pretende seguir un modelo de “catedra” en la que “doctos” profesores son los
depositarios y comunicadores del conocimiento y los estudiantes simples receptores,
el evento del CED fue una clara señal de la capacidad intelectual y de la dinámica
organizativa de nuestros estudiantes, a los que enseñamos, pero de los cuales
mucho aprendemos. En efecto el Congreso marcó una comunicación directa entre
expositores y participantes, que demuestra que otras son las formas de
transmitir el conocimiento en el siglo XXI: un camino que necesariamente es de
ida y vuelta. entre docentes y estudiantes.
Como expresó el Rector en su exposición, son los
estudiantes que encienden la chispa del conocimiento y el deber de los docentes
es saber alimentar el fuego que esa chispa provoca.
Una
vez más me he sentido muy orgulloso de los estudiantes de “mi” Facultad.
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