EL
DESAFÍO DE LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL
El futuro
nos asombra y nos atemoriza. Intentamos pronosticar los trabajos que vendrán,
pero las dudas son muchas. ¿Por qué hoy tememos ese futuro? ¿Por qué es difícil
prever cuáles serán los trabajos requeridos dentro de veinte años? ¿Por qué imaginamos que nuestros hijos y los hijos de
nuestros hijos no alcanzarán el bienestar promedio que marcó el siglo XX?
Los cambios
evolutivos de la sociedad siempre significaron transformaciones del trabajo.
Pensemos en los trabajos que fueron surgiendo a partir de la máquina a vapor,
la electricidad, el motor de combustión, etc. Esos cambios significaron logros
para la humanidad; por eso cuando miramos hacia atrás, comprobamos las
distintas etapas de un necesario proceso evolutivo de la humanidad. ¿Qué ha
cambiado para que ya no seamos tan optimista con el futuro que nos espera?
Una
respuesta la encuentro leyendo el último libro del israelí Yuval Noah Harari,
autor del libro de éxito internacional “Homo Deus” (2015). Hoy publica su nuevo
libro “21 Lecciones para el Siglo 21”, en el que enfrenta algunas de las cuestiones
más urgentes de la agenda global contemporánea: “Porque la democracia liberal
está en crisis? ¿Qué significa el ascenso de Donald Trump? ¿Que civilización domina al mundo:
Occidente, Cina o Islam? ¿Europa debe mantener las puertas abiertas a los
emigrantes? ¿Los nacionalismos puede resolver los problemas vinculados a la
desigualdad y los cambios climáticos? ¿Qué debemos enseñar a nuestros hijos?,
se pregunta el autor.
Lo que más me impacta es su
reflexión sobre el trabajo: apunta a la creciente importancia de la
inteligencia artificial, que tendrá un rol cada vez mayor en nuestras vidas y
en las transformaciones del planeta. La historia de la evolución de la
humanidad muestra que la capacidad hacedora del hombre siempre estuvo ligada a
dos factores: la fuerza y los conocimientos (es decir, el saber). Hasta ahora
la evolución de las tecnologías permitió que el hombre pudiera producir más con
menor empleo de fuerza. Pero en todas las épocas, las diversas tecnologías
siempre fueron dominadas por la mente humana.
Hoy la
revolución tecnológica está marcada por el advenimiento de la inteligencia
artificial, que comienza a ocupar aquel espacio del conocimiento, que - como
indica Noah Harari -, era dominio exclusivo del hombre. ¿Que entendemos por “inteligencia
artificial”? Los desarrollos recientes del último siglo y medio atravesaron
procesos de automatización siempre más complejos. Pero si la automatización
refiere a la repetición de acciones realizadas por la misma máquina sin la
participación del hombre (ej., electromecánica, electrónica, etc,), hoy se
produce un paso cualitativo con el
avance de las tecnologías de la información, que intervienen no solo en los
movimientos, sino también en los conocimientos. Como expresa Fernando Isabella,
La
humanidad está transitando de la automatización a la creación de inteligencia
artificial. Hablamos hoy de Inteligencia Artificial, como disciplina que
estudia el tratamiento del conocimiento y el razonamiento, permitiendo que una
máquina realice funciones normalmente asociadas a la inteligencia humana:
comprensión, razonamiento, diálogo, adaptación, aprendizaje automático.
Hoy la computadora puede jugar a
ajedrez, mientras sistemas como Watson y Legaltech indican a cirujanos y
abogados lo que deben hacer. Y no lo contrario. Comenzamos a competir con la
inteligencia artificial en nuestro trabajo y eso nos da miedo.
El gran desafío de los expertos en
las relaciones laborales del futuro será como organizar y equilibrar el trabajo
del hombre y la maquina con inteligencia artificial. Pero para ello será
necesario aprender con proyecciones hacia el futuro y no mirando el pasado.
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