La cuestión sin ser exclusiva de
las relaciones laborales, evidentemente influye notoriamente en el contexto
laboral, donde diversas normas internacionales y nacionales refieren a la raza
o al sexo o a la expresión “ambos sexos”, en especial cuando se aborda el tema
de la discriminación.
Recordemos
entre diversos documentos “laborales”, el Convenio de la OIT N° 100 sobre
igualdad de remuneración y el N° 111 sobre igualdad y no discriminación; la
Declaración Sociolaboral del Mercosur que en su redacción de 1998 y de 2015 prohíbe
la discriminación en el empleo con motivo de sexo, etnia y raza; las leyes N° Ley 18.104 de 15/3/2007, sobre igualdad
de derecho y oportunidades entre hombres y mujeres y la Ley N° 19.122 de para favorecer la inserción laboral y
educativa de la población afrodescendiente.
El
diario Le Monde da cuenta en la edición de ayer 12 de julio, que la Asamblea
Nacional suprimirá en la próxima reforma de la Constitución francesa la palabra
« raza » y prohibirá la « distinción de sexos ».
La
enmienda constitucional - expresa la noticia - posee un significado simbólico
muy fuerte y fue introducida al proyecto de revisión de la Carta fundamental.
La decisión fue tomada por unanimidad por los diputados y responde a una
reivindicación largamente sostenida por colectivos sociales.
El
nuevo artículo 1 de la Constitución, en su nueva versión, definirá así los
valores fundamentales de la República : La Francia « asegura la
igualdad ante la ley de todos los ciudadanos sin distinción de sexo, origen o
religión », en lugar de « sin distinción de origen, raza o
religión ».
El
corresponsal de nuestro blog en Paris, el apreciado y joven colega Alexander
Marín, no explica - con relación a la cuestión de la « raza » que el sentido
constitucional de la reforma es suprimir la idea que existan
« razas », cuando la ciencia reconoce una sola especie humana.
La
misma norma introduce la interdicción de la « distinción de
sexos », al afirmar el principio de la igualdad « sin distinción de
sexo ». El
término sexo se introduce, según su justificación de la enmienda, para “afirmar
la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley, sin discriminación entre
hombres y mujeres”. Por lo
cual ya no tendrán sentido normas como el artículo de la Constitución que confiere
el derecho de
voto de los mayores de edad de “ambos sexos” u otras normas de inferior
jerarquía que se refieran a los dos sexos.
La
decisión - según se expresó en Sala - obedece a la necesidad de llegar a una
sociedad igualitaria, en la que el principio de igualdad de mujeres y hombres
debe irrigar todos el derecho y ser principio fundamental de nuestra
Constitución.
El
proyecto de enmienda deberá ahora pasar al Senado, que seguramente tratará el
tema luego del receso del verano.
Vaticinamos
que el tema - en especial la supresión de la palabra “raza” - se proyectará
rápidamente a otros países.
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