Comparto con ustedes algunas reflexiones que esbocé en un evento organizado por el ILTRAS, la sociedad internacional que reúne a los especialistas en relaciones laborales. El tema del debate refiere al vínculo entre educación, formación y empleabilidad del futuro. Entre los conceptos que expresé, señalo los siguientes:
• El impacto de la pandemia sobre el empleo, ha significado la pérdida de puestos de trabajo en cantidad y calidad a nivel global y en especial en nuestro continente. Necesariamente toda estrategia de reconstrucción del empleo deberá impulsar políticas públicas centradas en la educación y la formación como principal palanca para el acceso a empleos de calidad.
• En la cuestión de la pandemia y el desempleo, parece oportuna la referencia al dicho “llueve sobre mojado”: a una situación preexistente ya compleja, se suma la nueva realidad, La crisis sanitaria global en efecto ha acentuado el anterior deterioro del empleo en cantidad y calidad, producto del avance de las nuevas tecnologías.
• Característica de los trabajos de un futuro, que ya comenzó:
▪ Requieren más conocimientos del trabajador: “más cerebro y menos músculo”: la educación debe apostar a un crecimiento - en profundidad y variedad – de los saberes.
▪ Nacen nuevos sectores productivos: la industria del software, la robótica, la inteligencia artificial, etc.; pero el COVID nos muestra que otras producciones y servicios se trasladan al mundo virtual: la telemedicina, el e-commerce, la industria del entretenimiento, los negocios financieros, las comunicaciones (la televisión, pero también los periódicos digitales), los servicios profesionales incluyendo los de abogados y expertos en recursos humanos, el turismo digital se desarrollarán a nivel digital, en una sociedad que probablemente permanecerá por muchos años en “riesgo de cuarentena”.
• La educación no deberá limitarse a la etapa inicial de las carreras, sino deberá procurar nuevos espacios para la reconversión laboral: el reskilling (el reciclaje ocupacional de los trabajadores) y el upskilling (la mejora de nuestras competencias laborales ante los desafío del futuro)
• La nueva realidad obliga a reformular los programas educativos, introduciendo formación en competencias necesarias para actuar en una dimensión real/digital desconocida en el pasado. Si por ejemplo, el futuro del empleo muestra crecimientos en sectores como la telemedicina, las Facultades de medicina o de enfermería deberá incluir en sus curriculas formación en el trabajo a distancia. En la actualidad sigue apostándose a la formación en los conocimientos típicos de la actividad, descuidándose las formaciones complementarias que permitan trasladar los conocimientos a la dimensión digital.
• Lamentablemente como dice el sociólogo Fernando Filgueiras, “tenemos alumnos del siglo XXI, profesores del siglo XX y programas del siglo XIX”.
• Un grave problema refiere - en mi opinión - al hecho que las orientaciones de la enseñanza pública siguen proyectadas hacia empleos tradicionales cada vez menos requeridos por las empresas, mientras las Universidades privadas apuestas a una renovación de sus planes educativos. A ello se agrega que - especialmente en las instituciones públicas - las modalidades de enseñanza siguen aplicando criterios académicos y teóricos, con escaso énfasis en la capacitación en el trabajo. Constituye por lo tanto un grave problema para un desarrollo sostenible del continente el desfasaje entre la posibilidad de organizar una oferta adecuada y alineada de empleo a las transformaciones de la producción y a la demanda creciente de competencias laborales no tradicionales.
• Entiendo que la readecuación de los instituto públicos es más lenta que la de los institutos privados con lo cual el riesgo es el de potenciar el circuito pobreza/educación/precarización del trabajo.
• La reconstrucción del empleo no transitará necesariamente a través de los paradigmas tradicionales del modelo taylorista. En épocas de crisis del empleo - aún más en la situación provocada por la conocida pandemia - el desafío es el de construir empleabilidad, ya sea subordinada, ya sea semiautónoma, sin deslegitimizar las modalidades independientes de trabajo. Las formas tradicionales de contratación coexistirán con las prestaciones de servicios vía aplicaciones, y con formas autónomas facilitadas por el desarrollo de las tecnologías. Deberemos por lo tanto también procurar la formación de trabajadores independientes o semiautónomos.
• Sobre el futuro no hay que ser ni optimistas, ni pesimistas, sino realistas. Y el deber de los especialistas en relaciones laborales es alertar, investigar, acompañar soluciones que nos permitan un desarrollo sostenible de nuestro continente.
Como agregado final, agradeceré vuestra opiniones en un tema “difícil” en la realidad actual.
Extraordinarias reflexiones ante un asunto tan imperioso y sustantivo para los tiempos que corren. Como estudiantes de la Licenciatura en RRLL y ávidos seguidores de la obra del autor, siempre agradecido por estas líneas de primera mano. Saludos cordiales y deseos de salud
ResponderBorrarGustavo Ramirez Rivas
Muy buena reflexión Juan! Sin dudas necesitamos una nueva formulación de la educación; sobre todo para poder acortar las brechas socioeconómicas que se avecinan a futuro con las nuevas tecnologías. Es necesario que la educación pública sea la que más acelere a estas trasnformaciones, cada día que pasa es una oportunidad para hacer el camino hacia el futuro.
ResponderBorrarEl analisis lo veo muy sedgado desdr la vision empresarial,habria q discutir esos cambios,y ese "sometimiento" dl del trabajador al empleo,o sea en tu analisis veo perdida de calidad de vida del trabajador y un grave retroceso.
ResponderBorrarLa "capacitacion" debe realizarse solo en sectores necesarios( discrepo q todos los sectores de una empresa hayan mutado) y dentro del horario laboral(jornadas de 8 horas).
La tecnologia debe ayudar a dinamizar l vida y mejorar la calidad de vida de la sociedad en general.En tu analisis veo un quiebre en las relaciones de trabajo,aun mas en favor de los enoresarios