He citado en muchos trabajos el importante rol que cumple en nuestro país la “Agencia de Gobierno Electrónico y Sociedad de la Información” (AGESIC), organismo que depende de la Presidencia de la República (unidad ejecutora 010 dentro del inciso 02). Fue creada por el art. 72 de la Ley N° 17.930 de diciembre de 2005 y ha actuado con exitosa autonomía técnica a través de los diversos Gobiernos, que se sucedieron en estos años.
Su principal objetivo es procurar la mejora de los servicios al ciudadano, utilizando las posibilidades que brindan las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones. A vía de ejemplo, ha sido clave su acción en materia de expedientes electrónicos o en cuestiones relativas a la protección de los datos personales.
Sus dictámenes, que pueden leerse en Google, constituyen un verdadero cuerpo de jurisprudencia administrativa para regular la dimensión digital de nuestra sociedad. La Agencia además es la principal unidad (en mi opinión) que estudia y produce normas y principios en materia de Inteligencia Artificial. Como alguna vez he dicho a mis colegas, AGESIC merecería ser un pequeño Ministerio de la Inteligencia Artificial.
¿Porqué entonces escribo este post y lo titulo de forma algo llamativa?
La cuestión es que un apreciado colega me invitó a dictar ayer una clase sobre algoritmos e Inteligencia Artificial y como no podía ser de otra manera, cité el rol que cumple en nuestra sociedad AGESIC. Ante las miradas algo extrañadas de los estudiantes, pregunté: “¿Conocen AGESIC, saben de que institución estoy hablando?” Para mi sorpresa, ninguno de los 120 estudiantes levantó la mano. Insistí de vuelta, pero nadie supo contestar.
Mi pregunta - que traslado a ustedes - es por cual motivo una institución tan prestigiosa y con un rol tan importante en nuestro país es absolutamente desconocida para 120 estudiantes de nivel universitario.
Mi punto de vista (no pido que coincidan con él) es que AGESIC es realmente una gran institución, pero “de puertas cerradas”. Como esa extraordinaria joya del museo de Topkapi, que recuerdo haber visto cuando joven en una película, un vidrio blindado la separa del ciudadano común. Su rol importante no trasciende, porque por motivos que no logro entender, no existe una conexión de esta Agencia con los diversos actores que componen nuestra sociedad. Ello no es necesariamente malo (AGESIC hace bien su trabajo), pero cuan importante es que esta Agencia sea el disparador de un amplio diálogo social en un tema clave cual es el impacto creciente de la IA en las relaciones laborales y económicas. Si bien el rol de AGESIC apunta al sector público, pienso que sería también de gran importancia que su experiencia y sus conocimientos en el tema de los datos y los algoritmos puedan enriquecer la experiencia de las organizaciones privadas.
Volveré a insistir en futuras charlas a los estudiantes sobre el rol de AGESIC y confío que en el futuro nadie se sorprenda ante el nombre de esta Agencia, que en definitiva hace bien a la institucionalidad de nuestro Estado. También confío que ello se vuelva posible a partir de una mayor conexión entre la Agencia y las organizaciones ciudadanas.